Actualmente podríamos asegurar que las impresoras 3D, son una de las grandes adaptaciones de la ingeniería moderna, aplicables al hogar. Cuando aparecieron hace unos años, comenzaron a utilizarse para construir maquetas y pequeños objetos a nivel industrial, pero con el paso del tiempo su tecnología se ha ido perfeccionando y gracias a esto, a la mayor accesibilidad, junto al ingenio de muchas personas, su practicidad ha ido aumentando. La variedad de cosas que se pueden hacer con una impresora 3D es muy amplia, puesto que es posible crear desde pequeños útiles, juguetes o piezas, hasta la impresión de tejidos vivos o incluso joyas. Su versatilidad es muy amplia, y podría decirse que sus posibilidades en el futuro son infinitas. Una de las grandes esperanzas se encuentra en la capacidad de realizar avances en el campo de la medicina. En este artículo te contamos todas las cosas que puede hacer una impresora 3D. ¡Algunas son increíbles!
¿Para qué sirve una impresora 3D?
Una impresora en 3D, es una máquina capaz de imprimir figuras en tres dimensiones, creando piezas volumétricas a partir de diseños hechos por ordenador. Este concepto surge con la necesidad de convertir los archivos de prototipos que se tenían en los ordenadores en modelos tangibles de tres dimensiones.
Existen diferentes modelos de impresoras comerciales, y cada uno gestiona los materiales con los que se realiza la impresión de una forma. En función de lo que se quiera ejecutar será más conveniente un modelo u otro.
Cosas que se pueden hacer con una impresora 3D
Desde su aparición ya muchos “Early Adopters” de la tecnología comenzaron a preguntarse ¿para qué sirve una impresora 3D? Y lo cierto es que su evolución ha sido tal, que actualmente es utilizada en varios campos científicos, tecnológicos y lúdicos. Entre las aplicaciones más interesantes que observamos en una impresora 3D, podemos encontrar:
El futuro de la medicina: la bioimpresión
Desde hace años se intentan cultivar tejidos humanos en laboratorios utilizando células madres. Pero al contrario de lo que ocurre con los tejidos, en el caso de los órganos, los resultados no habían sido muy buenos. En cambio, gracias a la bioimpresión, es posible mezclar el trabajo de laboratorio con impresoras muy especiales, capaces de utilizar células cultivadas anteriormente en laboratorios y transformarlas mediante un proceso especial, en un tipo de órgano a la medida del paciente. Este es uno de los usos de las impresoras 3D más emocionantes.
El terreno de la construcción
Obviamente este tipo de impresión no se realiza con una impresora doméstica de tamaño reducido. Por el contrario, se hacen con uno modelos muy grandes, que mantienen la esencia de las más pequeñas. Es un robot de cuatro metros de largo que deposita tres capas de materiales sucesivos y permite formar así toda la estructura de una vivienda. El potencial de este tipo de robots es infinito, y cada vez más compañías se decantan por desarrollar uno, ya que pueden ser una de las mejores inversiones de futuro.
Otras aplicaciones interesantes
También podemos observar otras aplicaciones de las impresoras 3D relevantes en diferentes áreas en crecimiento.
- Drones: gracias a diferentes plantillas que se encuentran en la red, se pueden realizar todas las piezas necesarias para montar un dron casero. Es sencillo y funcionan con mucha facilidad.
- Instrumentos musicales: los amantes de la música han visto sus sueños cumplidos al poder replicar piezas únicas de instrumentos legendarios para poder usarlos ellos mismo o simplemente coleccionarlos. Se ha llegado a imprimir la boquilla del saxofón original creado por Adolphe Sax. También se han recreado instrumentos completos, como la flauta, e incluso imprimiendo pieza por pieza se ha podido realizar un trombón.
- Armas: este quizás sea el punto más controvertido y en la red se pueden encontrar una gran variedad de plantillas que permiten a cualquiera poder generar de manera impresa, pieza por pieza, una posible arma. No siempre funcionan, pero aquellos más diestros han conseguido realizar sistemas relativamente fiables.
- Recuerdos y juguetes: para no perder esos dibujos que los más pequeños de la casa hacen, lo mejor es poder hacerlos realidad e imprimirlos tridimensionalmente. De esta forma ellos podrán jugar con sus propias creaciones.