Cuando hablamos de equipos informáticos orientados a los videojuegos, parece como si todo el pastel ya estuviera repartido entre los cuatro grandes fabricantes y salirse de ahí fuera un gran error. Pero desde hace relativamente poco tiempo, ciertos fabricantes asiáticos como Xiaomi o Chuwi han decidido subirse al carro, ofreciendo entre sus muchas propuestas electrónicas algo que podría ser de amplio interés para cualquier gamer: portátiles para jugar a precio asequible. En concreto, el portátil gaming de Xiaomi está exclusivamente diseñado para revolucionar la industria portátil, dado que sus componentes externos, en especial, están pensados para ofrecer el máximo rendimiento en el ámbito de los videojuegos. Vamos a analizar las características principales que podremos encontrar en este portátil para jugar a videojuegos de Xiaomi.
La fuerte apuesta asiática por el mercado de los videojuegos: el portátil Gaming de Xiaomi
Hay que tener claro, en líneas generales, qué características hacen especiales a los portátiles para jugar en comparación a otras alternativas. En primer lugar, deben hacerse notar dos elementos imprescindibles: una tarjeta gráfica fuera de serie y una pantalla con máxima tasa de respuesta.
El procesador también suele ser importante, más considerando que en portátiles existen dos versiones populares: los de bajo consumo y con una relación de potencia intermedia, y los más potentes pero que al mismo tiempo limitan en gran medida la duración de la batería. Hay que tener claro en todo momento que los portátiles para jugar requieren casi forzosamente estar conectados a la red eléctrica, dado que el fuerte consumo, tanto del procesador HQ (alto rendimiento) como de la gráfica, provocarán que la batería apenas llegue a las 2 horas útiles.
La tarjeta gráfica: en la media del sector de los portátiles para jugar
Por más que queramos destacar el portátil para jugar Xiaomi, hay que entender que la tarjeta gráfica no es su plato más fuerte. La nVidia GTX 1060M es una buena tarjeta, pero ya existen versiones mucho más potentes con la 1070M y la 1080M que dan acceso a videojuegos de “gama alta”. Esto nos demuestra que este portátil gaming de Xiaomi, está diseñado para jugadores iniciados en el mundo del PC, pero podría quedar algo obsoleto a medio plazo debido a que la potencia no es su fuerte.
La pantalla: adecuada, pero nada especial
Como decíamos, la pantalla es uno de los elementos clave de todo buen portátil orientado a los videojuegos. El tema es que la mayoría de los portátiles solo montan pantallas IPS y no otro tipo de paneles más rápidos, como TN o VA. Este portátil gaming de Xiaomi no es una excepción, con una resolución mediocre para los tiempos que corren (FullHD 1080) y la tasa de refresco clásica (60Hz). Como punto a favor, hablamos de una pantalla mate sin brillos, algo que permite un mejor grado de visionado en condiciones iluminadas. Como punto grave en contra, se han olvidado de una característica cada vez más demandada en la gama alta gaming: G-Sync de nVidia.
El procesador: las únicas dos opciones
No existe una gran variedad de modelos para personalizar la compra. Podemos elegir entre la versión con procesador más potente (Intel i7 7700HQ) o algo menos (Intel i5 7500HQ). Ambos procesadores van muy acordes al resto del hardware y, por lo tanto, sea cual sea la opción que elijamos, no encontraremos un cuello de botella, salvo que aparte de juegos tengamos en mente otro tipo de aplicaciones muy intensivas en procesador.
¿Qué tiene entonces de especial este portátil para jugar Xiaomi?
Curiosamente, donde más esfuerzo han puesto los de Xiaomi ha sido en los periféricos. Por un lado, el teclado, aun sin ser mecánico, ofrece una calidad bastante alta en comparación a las alternativas de Acer, MSI, Dell y HP. En todas las pruebas los usuarios quedan muy contentos con la buena respuesta y su comodidad de uso. Además, incorpora la funcionalidad RGB, algo muy apreciado entre los gamers últimamente.
También se hace notar el Touchpad, muy grande, cómodo de usar y con buena precisión (algo que los Acer siempre han sufrido). El chasis en general está bien, aunque proporcionalmente es algo pesado a lo que ofrece. Como ventaja, hay que notar que está distribuido de tal forma que el intercambio o reparación es mucho más sencillo que en un portátil convencional. Los recambios serán muy fáciles de adquirir, lo que permitirá que muchos escépticos a la compra de un portátil fuera de sus fronteras, pero con habilidades de reparación, se atrevan a probarlo.