Hay algo curioso en el ser humano: cuando nos cuentan algo, la historia puede llamarnos la atención en mayor o menor medida, pero generalmente el impacto que nos produce suele ser limitado, como es el caso de las películas o los libros. Sin embargo, ya ha sido demostrado que si formamos parte de la historia en tercera persona la cosa mejora aún más, como ha ocurrido con los videojuegos clásicos en estos últimos años.
¿Pero qué pasaría si nos adentráramos en la situación como si estuviéramos viviéndola en primera persona, tal y como nos ofrece la realidad virtual?
Lo que sí está claro es que las personas aprendemos por experiencia y los diferentes tipos de tecnología inmersiva que están naciendo en el mercado cambiarán para siempre el panorama de la presentación de contenidos en diferentes ámbitos.
¿Qué son las tecnologías inmersivas? Una apuesta definitiva en el mercado de la tecnología
Como hemos comentado, es posible que la realidad virtual sea lo primero que nos viene a la mente, pero existen otras alternativas que, aún no siendo tan reveladoras, cumplen la misma función. Para poder entender qué son las tecnologías inmersivas simplemente tenemos que poner las miras en las propuestas que ya nos ofrece el mercado y la tendencia que seguirán en los próximos años.
Existen diferentes formatos y tipos de tecnología inmersiva disponibles. En cuanto a formato, existen los que se centran principalmente en los contenidos: video, imágenes, simulaciones y, sobre todo, interactividad. Al combinar estos contenidos se pueden formar los diferentes tipos de tecnología que veremos a continuación:
1. La fotografía en 3D
Uno de los primeros avances en inmersión por el que Google empezó a apostar fuerte con su famoso Street View fue la fotografía 3D. Esta nos permite observar un espacio en todas direcciones. Su adquisición hoy en día es extremadamente fácil, dado que existe una multitud de cámaras que realizan esta función sin tener que invertir demasiado.
Las limitaciones son obvias y es por ello que surge la necesidad de dar un paso adelante con otras tecnologías que permitan una experiencia de inmersión superior.
2. Los vídeos en 360
La idea es la misma que con la fotografía, pero supone un reto tecnológico algo más avanzado: la cámara no solo debe percibir las imágenes para construir cada uno de los fotogramas, sino que además debe combinarlos a un ritmo bastante grande (50 o 60 fotogramas por minuto como estándar).
La tecnología para grabar videos en 360 grados está aún en desarrollo y no existen tantos dispositivos comerciales para ofrecerla con buena calidad.
3. La Realidad Virtual, uno de los tipos de tecnología inmersiva más destacables
Si queremos un entorno sin limitaciones, la realidad virtual hará este trabajo sin dificultades. Hay que tener en cuenta que los escenarios se generan exclusivamente por ordenador y el entorno tiene tantas posibilidades como el programador quiera darle.
Existen varios problemas con esta tecnología: el realismo es muy inferior al de las dos alternativas anteriores por motivos obvios. Por tanto, aunque el nivel de inmersión pueda ser alto en interactividad, al ser capaces de percibir perfectamente que los objetos no son reales, estos no podrán suponer una amenaza y nos alejarán de manera significativa de sentir una experiencia real.
Existen varias empresas que acercan la realidad virtual al consumidor de manera relativamente asequible, tales como Sony con su Playstation VR, Oculus de la mano de Facebook, Google Cardboard y la marca HTC con su plataforma Vive.
4. Una apuesta poderosa: La realidad mixta o realidad aumentada
La Realidad Mixta o realidad aumentada quiere ir un paso más allá, ya que el objetivo consiste en introducir elementos virtuales dentro de nuestra realidad.
Esto ofrece grandes ventajas: no es necesario crear un mundo con personajes desde cero, dado que con un correcto reconocimiento de imagen los desarrolladores son capaces de incorporar el entorno a nuestra experiencia. Sin embargo, esto es una debilidad al mismo tiempo, ya que reconocer el terreno no es fácil y suelen darse muchas incongruencias, especialmente en perspectiva y profundidad. Microsoft apuesta por ello, pero todavía no ha conseguido nada disponible en el mercado. Google también tiene algunas propuestas como ARCore.
Estamos evidentemente ante un gran reto, pero es posible que la apuesta por este tipo de experiencias inmersivas cambie nuestra percepción con el paso de los años. Quizá la propuesta que nos ofrecía Matrix hace más de una década no esté tan lejos como pensábamos.