La mayoría de los usuarios no son conscientes de la cantidad de información que un teléfono móvil puede contener sobre sí mismos. Muchas veces esta información queda expuesta ante posibles ataques u otro tipo de actividades que ejecutan los desarrolladores de software sin que nosotros atisbemos la magnitud del asunto.
Ya han sido varios los escándalos por múltiples compañías de diferentes orígenes, como casos con Apple o Facebook con Cambridge Analytica, y las clásicas alarmas chinas como los casos de Huawei, los cuales, por error o desconocimiento, han expuesto elementos clave que han servido como pruebas para los expertos en seguridad para aseverar la existencia de fugas de información en los dispositivos.
Muchas veces cuando nos preguntan: ¿qué pasaría si te robaran el móvil? ¿Qué información tuya quedaría expuesta? La mayoría de la gente piensa inmediatamente en los elementos típicos: fotos y vídeos, los mensajes de chat y poco más, pero en la mayoría de los casos, salvo el escenario de los famosos, los secuestradores de información no buscan esto.
Nuestro teléfono almacena información sensible que podría ser motivo de aprovechamiento por parte de una persona malintencionada. Por ejemplo, ficheros de Dropbox o notas de Evernote que no hayamos protegido adecuadamente. No todo lo que ocurre aparece en las noticias y decenas de robos menores suceden a una escala alarmante, los cuales involucran fallos en la privacidad de nuestro teléfono.
¿Cómo podemos evitar un problema por la privacidad de nuestro smartphone?
Teniendo en cuenta todos los elementos anteriormente expuestos vamos a ir planteando algunas ideas muy sencillas que nos permitirán mantener un mayor grado de privacidad en nuestro teléfono y que en grandes líneas evitarán que nuestra información sea accesible de manera sencilla.
El elemento más importante: los sistemas de bloqueo
Existen varios sistemas para bloquear el acceso a aquellos que no sean propietarios de un teléfono. Generalmente el método que usa la mayoría es el clásico patrón de desbloqueo. Este método es sin duda el más fácil de romper dado que hay apenas 7000 combinaciones posibles, es decir, 3000 combinaciones menos que en el caso del histórico PIN de cuatro dígitos.
Además, para empeorar la situación, existen ciertos “patrones populares” lo que hace que de esas 7000 combinaciones, apenas se usen un centenar pudiendo provocar que la posibilidad de acceder se amplifique. Por eso, el patrón es una medida básica con buenas intenciones, pero si podemos usar PIN, es muchísimo más seguro.
Otro elemento fundamental: encriptación de los datos
Aunque el usuario no pueda acceder con el PIN, si los datos no están encriptados, significa que alguien con conocimientos técnicos simplemente tiene que conectar el teléfono a su ordenador y siguiendo unos sencillos pasos tendrá acceso a todos los ficheros almacenados en el equipo, incluyendo, imágenes y conversaciones. Es decir, que si no tenemos los datos encriptados, es como tener una puerta sin valla.
Hoy en día los sistemas como Android e iOS ofrecen la encriptación de serie, pero siempre es bueno comprobar que la encriptación está activada en el apartado de “Seguridad” dentro de “Ajustes”.
Restricciones a las aplicaciones
Esto ha ido mejorando bastante con el tiempo, y hoy en día es posible que una aplicación solo tenga los permisos que nosotros queramos o ninguno en absoluto. Por ejemplo, si descargamos un juego y nos pide acceso a fotos y ficheros ¿para qué se lo vamos a dar?
Puede que ese programa almacene algo en el móvil del juego, como las partidas guardadas, pero salvo que tengamos plena confianza en el creador del mismo, lo prudente es a priori, no darle el permiso a la app y ver qué problemas encontramos que requieran el mismo.
Deshabilitar seguimientos de diferente índole
Aparte, compañías como Google controlan montones de elementos. Por eso es bueno deshabilitar mucho de esos elementos que no nos benefician particularmente en nada. Podemos deshabilitar la ubicación desde Ajustes > Google > Seguridad así como el seguimiento de los anuncios desde el mismo apartado para aportar menos información sobre nuestros hábitos de consumo.