Cada día es más común encontrar usuarios que han decidido sustituir definitivamente su cámara compacta por las cámaras en los smartphones, incluso cuando hacen sus viajes de turismo en los que la calidad del resultado prima con respecto a las clásicas fotos del día a día.
Además, la conveniencia que ofrece la fotografía con el móvil supera cualquier otro tipo de dispositivo dado que, muchas veces, interesa capturar un momento que no estaba premeditado. Pero, por otro lado, existe un problema con los terminales móviles: la mayoría de los usuarios busca la máxima reducción en las proporciones, aún conservando una pantalla lo más grande posible, lo que dificulta bastante introducir lentes y sensores más avanzados que permitan mejorar la calidad de las fotos.
En este artículo os vamos a contar todo sobre las cámaras de los smartphones, especialmente vamos a analizar las cámaras triples. ¿Merece la pena apostar por ellas?
Las bondades de las cámaras en los smartphone: la evolución de la fotografía con el móvil
Si comparamos la fotografía digital de una cámara compacta de alto nivel de hace unos años atrás, con respecto a una fotografía que es capaz de ejecutar una cámara de un terminal móvil en el presente, nos sorprenderá lo mucho que han avanzado las tecnologías en este aspecto.
Pero hay cosas que no pueden evolucionar por una cuestión física: el zoom óptico tiene grandes límites por una cuestión de espacio, así como los sensores, también necesitan hueco dado que el tamaño de los mismos es lo que define el resultado final de su captura. La velocidad del obturador y la apertura son elementos que sí tienen cierto margen de mejora, aún en condiciones de poco tamaño y es ahí donde los terminales han mejorado significativamente, pasando de f/2.0 en el mejor de los casos, a algunos nuevos terminales de Samsung que ya han bajado al f/1.5, mejor incluso que en algunas cámaras compactas.
¿Pero cómo podríamos aumentar la apertura para conseguir una mayor profundidad de campo, o incrementar el zoom óptico en una lente fija sin sacrificar las fotos a menor distancia, o incluso fotos con un mayor grado de macro?
Técnicamente es imposible y, salvo algunas ideas modulares que han ido proponiendo algunos fabricantes, incorporando lentes intercambiables o lentes fijas graduables en el propio terminal, esto solo va en detrimento de la mayor ventaja del terminal móvil: la conveniencia.
La mejor idea para resolver este sistema: cámaras dobles y muchos sensores
Considerando que el objetivo está en reducir el teléfono cada vez más, especialmente en grosor y tampoco introducir elementos como una lente, que sobresalgan y puedan dañarse fácilmente, los fabricantes han tenido que recurrir a alternativas.
La propuesta que mejor está funcionando en la actualidad es la de incorporar más sensores, que cumplan específicamente cada una de las funciones que hemos visto anteriormente. A más sensores específicos, más funciones.
El ejemplo más clásico es el de las cámaras dobles en los smartphones: se parte de un sensor principal que es el que suele dar toda la potencia para obtener fotos de máxima calidad y luego un sensor secundario, de una calidad muy inferior, pero que permite introducir en la fotografía principal, esos detalles que faltan por carencia de algún elemento (necesidad de menor apertura para conseguir mayor profundidad de campo, desenfoque de fondo por la falta de una apertura adaptable, etc…).
Esta combinación de sensores se integra en el software del móvil y, con un procesamiento adecuado, es posible obtener resultados sobresalientes. Y más, considerando que precisamente los móviles superan en procesamiento a las cámaras réflex más potentes, dado que estamos hablando de micro-ordenadores con una potencia increíblemente grande.
El futuro de la fotografía móvil: cámaras triples y cuádruples
Finalmente, las nuevas propuestas de cámara triple o cuádruple surten el mismo efecto: incorporan un zoom óptico superior a 2x o 3x, un lente “ojo de pez” para hacer fotografías panorámicas con mayor facilidad, aún menor apertura para conseguir mayor profundidad de campo en una corta distancia, incluso mejor al de una cámara réflex, etc…
Las posibilidades de incorporar más cámaras y sensores son infinitas y podríamos estar viendo con esta propuesta una idea que podría acabar con las cámaras compactas definitivamente.