¿Cuáles son las averías más frecuentes en el móvil y cómo evitarlas?

A día de hoy, es raro encontrarse con alguien que no haya tenido algún accidente con su teléfono móvil y haya tenido que llevarlo a un servicio de reparación. Y es que, este tipo de dispositivo forma parte de nuestra vida y lo usamos para todo. Por tanto, aunque llevemos extremado cuidado con él, es relativamente frecuente que se nos caiga de las manos o que se derrame algún líquido por encima.

En el caso de sufrir algún percance con tu teléfono móvil, lo más recomendable es acudir a una empresa de reparación de móviles en Barcelona o en tu ciudad para poder arreglarlo cuanto antes. Pero, ¿cuáles son las averías más frecuentes que suelen sufrir estos dispositivos? Repasamos, a continuación, los accidentes más comunes y sus soluciones.

Averías más frecuentes en los teléfonos móviles

Sufrir un accidente en el smartphone dificulta mucho nuestro día a día, ya que lo utilizamos para todo. Por tanto, es importante saber qué hacer en estos casos. Estas son las averías más frecuentes y sus principales soluciones:

Pantalla rota

Las pantallas rotas son el accidente más común cuando tenemos un teléfono móvil. Especialmente, si acostumbramos a llevarlo en las manos la mayor parte del día. Las caídas y los golpes son los principales causantes de esta avería y, a veces, esta rotura nos permite seguir utilizando el móvil. Sin embargo, cuando el golpe llega hasta la parte interior de la pantalla (el display), el problema será más grave. De este modo, será imposible usar nuestro terminal.

Para evitar este problema tan común, tenemos que intentar que nuestro móvil tenga una funda que amortigüe los golpes. Como, por ejemplo, un protector de pantalla de plástico o cristal templado, así como una funda integral que cubra el dispositivo y lo proteja ante golpes y caídas.

Por último, hay que procurar no llevar el móvil en los bolsillos traseros. Esta zona es donde es más susceptible que se caiga o de que se parta la pantalla cuando nos sentamos en superficies duras. Lo mejor es llevarlos en bolsos y bandoleras o, en su defecto, en los bolsillos delanteros de la ropa.

Mojar el dispositivo

El agua es, sin lugar a dudas, el peor enemigo de un teléfono móvil. De hecho, a día de hoy, encontramos muy pocos modelos de móviles que son resistentes al agua y solo unas gotas de este líquido pueden ser fatales para los smartphones.

Si pasa esto, se puede recurrir, por ejemplo, al famoso truco de dejar el terminal tres días en arroz. Sin embargo, solo funciona en algunos casos. En la mayoría de ellos, cuando mojamos el móvil, deja de funcionar debido a la humedad que el aparato acumula en su interior.

La única forma de evitar estos accidentes es alejando el móvil del agua. Es decir, procurar no situarse con el terminal cerca de piscinas, fuentes, fregaderos y evitar llevarlo al baño.

Sobrecarga de datos

Cuando usamos mucho el teléfono móvil, podemos provocar que el dispositivo funcione más lentamente. Esto puede provocar que las apps tardes mucho tiempo en abrirse y que acciones básicas como mirar la agenda o realizar una llamada tarden demasiado en efectuarse. Ello se traduce en que el móvil ha sufrido una sobrecarga de datos.

La solución a esto es borrar la memoria caché de las aplicaciones de vez en cuando. También es efectivo hacer limpieza de archivos antiguos que ya no se necesitan como fotos, vídeos, audios o documentos.

Aun así, la opción más efectiva es realizar una copia de seguridad de todos los archivos importantes y formatear el terminal entero al menos una vez cada seis meses. Al restaurarlo a su estado fábrica, su velocidad y rendimiento serán mucho mayores.

Batería defectuosa

Los smartphone no se caracterizan precisamente por la amplia duración de su batería. Además, es muy común que, según vaya pasando el tiempo, la batería del teléfono funcione cada vez peor.
Se estima que las baterías de estos terminales tienen una vida de entre dos y tres años, por lo que es recomendable cambiarlas cuando cumplen ese periodo de uso.