Los robots para niños se han convertido en el juguete preferido de los padres y familiares de los más pequeños de la casa. No son simplemente un juguete asociado a la tecnología, sino que les ayudan en su desarrollo cognitivo más temprano y les introducen en el mundo de la programación permitiendo también su desarrollo intelectual. Los robots son una estupenda fuente de ocio con la que acercar a los más pequeños a mundos hasta ahora desconocidos como el de la física, la programación o la mecánica. La robótica supone un elemento diferenciador en la educación de nuestros hijos y se puede constituir como el mejor estimulador para sus capacidades primarias.
Para los más pequeños de la casa
Hemos realizado una selección de robots para niños a partir de los tres años de edad. A esas edades ya empiezan a comprender las bases de la robótica y de la programación y es un buen momento para introducirles algunos conceptos. Lo primero que deben comprender es que cada acción tiene una consecuencia asociada, es uno de los principios básicos del código.
Bee-Bot, una abeja que enseña a programar
Uno de los robots para niños más recomendado es el Bee-Bot, juguete con el cual podrán dar sus primeros pasos en el campo de la programación. El robot tiene forma de abeja y tiene el tamaño de un ratón de ordenador y la sencillez es una de sus características principales. Este robot lanza a los niños un primer desafío en el mundo de la programática y en un tapete de celdas, los niños tendrán que intentar conseguir que Bee-Bot siga el camino señalado sin chocarse pulsando una serie de flechas que el robot lleva incorporadas en su estructura.
La oruga más física del planeta
Otro de los robots para niños que más se han distribuido en los últimos años es Codi-oruga, que invita a los niños a realizar una programación por bloques físicos. Este robot tiene un muy sencillo montaje y programación. Es un juguete modular que, al igual que Bee-Bot, muestra a los más pequeños de la casa la importancia de una programación ordenada. Dependiendo de qué bloques estén acoplados a la estructura de la oruga, esta tendrá un comportamiento u otro en su trayectoria hasta el lugar que hayamos decidido.
En definitiva, los robots para niños suponen una influencia positiva en su tiempo de ocio que les permitirá desarrollar partes de su cerebro que todavía permanecían intactas y que les podrían llegar a permitir tener un pensamiento más lógico y ordenado.