Rayquaza ha vivido en la capa de ozono durante millones de
años, alimentándose de meteoritos. La energía de estos
meteoritos se acumula en su cuerpo y le permite
megaevolucionar. Como hasta hace poco volaba a la altura de la capa
de ozono, nadie lo había visto nunca. Vive en la capa de ozono sobre las nubes y no puede
ser visto desde el suelo.
