Tanto si nos dedicamos a crear contenidos en Internet como un hobby, para expresar nuestra opinión o sabiduría sobre un tema, o si la creación de contenidos supone una parte de nuestra dedicación profesional, uno de los grandes dilemas al que se enfrenta todo creador de material digital es el robo o la duplicación del mismo.
Realmente Internet es un lugar bastante abierto, que nos ofrece un espacio para compartir información, y de acuerdo a la normativa relativa al “uso justo” o “fair use”, todo lo que sea transmitir o analizar contenido, aun estando protegido, está permitido por la legislación sin demasiadas trabas (salvo algunos casos particulares contemplados en la nueva normativa vigente de la Agencia Europea FRA que lucha por los derechos fundamentales).
Según indica el artículo 17, “se protege la propiedad intelectual” y en ello existe una serie de elementos que debemos tener en cuenta, dado que quedan amparadas y excluidas ciertas acciones de lo que podríamos considerar copia o robo.
Sin embargo, a veces podemos encontrarnos ante situaciones bastante evidentes de plagio, de uso indebido de imágenes o fotografías de nuestra propiedad que se cuelgan en webs o en redes sociales; y es posible que no sepamos qué hacer o cómo evitarlo.
¿Qué hacer para que no te roben el contenido en Internet?
Realmente no existe una forma clara para evitar que te roben el contenido, dado que si este está públicamente visible, será accesible por cualquiera y por tanto estará susceptible a cualquier mala praxis.
1. Limitar el acceso público
Si estamos en redes sociales y simplemente no queremos que nos roben nuestras fotos privadas o los textos que hemos escritos en ella, simplemente tendremos que limitar la visibilidad pública con las opciones que ofrecen redes como Facebook o crear un perfil privado como se da en el caso de Twitter o Instagram.
2. Protectores de contenido de vídeo
Si hablamos de contenido de video dirigido a un grupo específico de personas, como un videocurso, existen plataformas como DaCast, las cuales tienen un sistema bastante complejo para evitar la “extracción” del material para su futura compartición. Con esto se impedirá, en cierta medida, que algún alumno malintencionado comparta dicho contenido de manera ilegal fuera de la plataforma (aunque nunca integralmente).
3. Marcas de agua
Finalmente hay un mecanismo que también podría ser útil en algunos casos, en los que simplemente no queremos que hagan uso de nuestras imágenes o videos, pero estos van a ser públicos: introduciendo una marca de agua. Existe una gran cantidad de aplicaciones como PhotoMarks que permiten meterla sin muchas dificultades.
Pero lo que realmente debemos tener claro es que toda información que publiquemos, de manera relativamente abierta, aunque solo sea a nuestros contactos, está expuesta de ser extraída y publicada en otro sitio, por lo tanto, todo aquello que no deseemos que pueda ser expuesto, es mejor no publicarlo en ninguna parte, y solo enseñarlo de primera mano.
¿Es posible identificar algún caso de plagio o robo?
El caso del plagio en Internet es un ejemplo curioso donde la prevención sirve para poco, pero sí existe una solución bastante eficiente y que podrá ayudarnos en gran medida para casos excepcionales donde alguien pudiera estar sacando algún tipo de beneficio lucrativo gracias a nuestro contenido.
Si nos han robado texto, por ejemplo, contenido de nuestro blog personal, existen páginas como Copyscape, que permiten analizar quién ha dado uso de algún contenido de nuestra página. Si identificamos alguna web que lo ha hecho, podremos denunciar ante el DCMA y su página quedará retirada de Google. Además podremos ponernos en contacto con el propietario y mandar una carta de desistimiento para que retire todos los contenidos bajo pena de multa por parte de la agencia de copyright.
En caso de que el plagio o la copia se dé en formato imagen, tenemos varias opciones:
- La primera y más sencilla es usar el buscador de imágenes de Google, insertando en el buscador nuestra propia imagen. Ahí aparecerán todas las webs que usen una imagen igual o parecida a la nuestra (dado que es posible que la imagen haya sido levemente alterada).
- Servicios parecidos al del buscador de textos, anteriormente mencionado, como es el caso de Copytrack, Pixsy entre otros. Estos son llamados “Buscadores inversos de imágenes”, dado que somos nosotros los que damos la imagen a buscar. Generalmente suelen funcionar mejor que el buscador de imágenes de Google.
Una vez identificada la web que ha hecho la copia, podremos proceder con el mismo sistema que en el caso del plagio de contenidos: notificando a la DMCA para eliminación por parte de Google, contactando con la web y, en caso de que se complique, contactando a las autoridades locales para imponer la sanción que corresponda.