Si eres usuario de las plataformas de streaming de contenido, como Netflix o HBO, habrás pensado muchas veces eso de «va, sólo un capítulo más…» y siempre terminan siendo 6 o 7. Pero, ¿sabías que a eso se le denomina binge-watching?
¿Qué es el binge-watching?
Con el uso de las nuevas tecnologías se ha normalizado la práctica de adoptar los términos anglosajones en nuestro vocabulario. Y eso es lo que pasa con el binge-watching. Puede que no sepas a lo que se refiere este palabro pero, ¿y si te hablamos de atracones de series?
Este término, en si, no es nuevo. Se empezó a utilizar en los años 90 debido a la venta de temporadas enteras de series por paquetes, algo que hacía que los usuarios las consumieran enteras. Binge significa atracón, por lo que binge-watching significa darse un atracón de contenido audiovisual.
El binge-watching y Netflix
Cuando hablamos de darse atracones de series es imposible no pensar en Netflix, porque todos lo hemos hecho. Pero, ¿es el binge-watching bueno para nosotros?
Lo cierto es que, aunque Netflix trabaja favoreciendo los atracones de series, puesto que una de sus principales características es que sube las temporadas enteras de sus series, lo cierto es que rehúye de este término. ¿Por qué?
Pues muy fácil, porque se trata de una conducta que puede generar adicción, sí, adicción a las series. Esto es debido a que el echo de encerrarse en casa y hacerse maratones de series nos genera una comodidad y una sensación de aislamiento y seguridad. ¿Alguna vez has tenido unos malos días y te has pasado horas viendo series? ¡Ahí lo tienes! Es debido a esta connotación negativa que Netflix no está de acuerdo con el término, aunque afirman que en esta nueva manera de consumir televisión reside su gran éxito.
Características del binge-watching
A día de hoy esta nueva forma de consumir contenido está siendo estudiada debido a todo lo que conlleva. Así pues, según el medio Variety, el dispositivo más empleado para realizar binge-watching es el televisor, teniendo por detrás al ordenador portátil. Esto es debido a que cuando nos ponemos a hacer «Netflix&Chill» lo hacemos bien, cómodos en el sofá o en la cama descansando.
Otro de los datos más importantes es que el tipo de serie influye en la probabilidad de binge-watching. Si el usuario va a dedicar mucho tiempo a ver una serie, esta ha de ser buena y tener una historia continua o episodios independientes realmente bueno. Y para muestra, ejemplos como Los Soprano, The Wire, Juego de Tronos o Black Mirror.
¿Y qué hay de la edad? Los estudios determinan que la mayoría del porcentaje de los usuarios que realizan maratones de series tienen entre 18 y 30 años. Es decir, los millenials son más propensos a realizar binge-watching. No nos extraña, ¿verdad?
¿Deberíamos seguir teniendo atracones de series?
Bueno, determinar si el binge-watching es bueno o es malo es complicado, digamos que no se trata de algo que sea blanco o negro. De entrada, hacer maratones de series no es malo, siempre que se haga de una manera moderada. Si estrenan la nueva temporada de Juego de Tronos y te la ves en dos días pero sigues con tu vida no tienes por qué preocuparte.
Es en el momento en el que nos obsesionamos con una serie o en estar en casa encerrados solo viendo Netflix sin tener contacto con el exterior cuando te deberías empezar a preocupar por una posible adicción a las series, al igual que sucede con la adicción al smartphone o a la tecnología.