Desde que nos levantamos hasta que nos acostamos estamos conectados. Conectados al móvil, al ordenador, a la tablet. De hecho, revisar las redes sociales, navegar por Internet y mirar las conversaciones de Whatsapp se ha convertido en algunas de nuestras rutinas diarias.
Pero, ¿realmente somos conscientes de la dependencia a la tecnología que tenemos? Aún estás a tiempo de evitarlo gracias al détox digital. Te contamos qué es y cómo afrontar el estrés causado por la tecnología.
Qué es el détox digital
El détox digital o desintoxicación digital es darse un respiro, desconectar de la tecnología, las redes sociales e Internet que cada vez ocupan mayor tiempo de nuestra vida para ocuparnos de otras tareas, relacionarnos con personas, conocernos más a nosotros mismos y preguntarnos cómo nos encontramos.
Detox es una palabra que procede del inglés y que se define como desintoxicación. Dicho de otro modo, extraer lo tóxico de un organismo. En este caso, sería el mundo digital. Porque aunque la tecnología sea de gran ayuda y entretenga, también puede repercutir negativamente.
Y con esto, no te estamos diciendo que rechaces por completo el uso de la tecnología, sino que comiences a darle un uso responsable y moderado para evitar que se apodere por completo de ti.
Beneficios del detox digital
- Liberación de estrés;
- Mayor cantidad de tiempo para dedicar a uno mismo o para establecer relaciones con otras personas;
- Vínculos más auténticos y empáticos gracias a establecer y mejorar las relaciones con los demás;
- Incremento de la tranquilidad y relajación;
- Permite practicar el autoconocimiento;
Consejos para iniciar un détox digital
Si quieres decir adiós a la dependencia a la tecnología y al estrés causado por ella, te damos algunos consejos para que inicies el detox digital. ¡Da la bienvenida a la desintoxicación digital y prepárate para conectar con la realidad!
- Quita o silencia las notificaciones: deshazte de esas molestas notificaciones, como vibraciones o sonidos que reclaman nuestra atención y que nos obligan a mantenernos absolutamente pendiente de ellas. Establece horas del día para revisar las notificaciones, ver qué hay de nuevo y contestar los mensajes. De esta forma tendrás más tiempo para dedicar a otras tareas;
- Pasa al blanco y negro: los expertos creen que lo que nos mantiene pegados al móvil como una mosca son los colores llamativos. Así que, ve a los ajustes de tu teléfono y ajusta la apariencia a la escala de grises;
- Establece horas libres de tecnología: fija horas sin tecnología. Comienza con una hora y poco a poco, ve añadiendo más. Por ejemplo, pueden ser los momentos antes de ir a dormir. Esto mejorará considerablemente tu calidad de sueño;
- Los libros en papel son tus aliados: al leer en papel, liberarás a tus ojos de la molesta y dañina luz azul que emiten los dispositivos electrónicos y que perturban tu ciclo de sueño y vigilia;
- Aleja tu móvil de los desayunos, comidas o cenas: olvídate de mantener el móvil a la derecha o izquierda de tu plato. Guárdalo en el bolso y habla con tus acompañantes de mesa. Un simple vistazo a la pantalla, reduce las interacciones sociales;
- Quédate únicamente con las apps que utilices: mantén solo las aplicaciones que más uses y elimina aquellas que no abres ni por asomo. Éstas ocupan espacio en tu teléfono y envían continuamente notificaciones;
- Limpieza de contactos en redes sociales: al igual que con las aplicaciones, borra de tus redes sociales aquellos contactos con quiénes no tienes ninguna relación virtual o real. Esto te ayudará a conectar con la realidad;
- Cuida tu cuerpo y mente: las luces de la pantalla son las responsables de que estemos cansados, tengamos fatiga visual y dolores de cabeza. Previene todo esto con la regla 20-20-20: por cada 20 minutos que pases mirando una pantalla, levanta la vista y mira durante 20 segundos a un objeto que esté a 20 pies de distancia (aproximadamente 6 metros);
Y tú, ¿tienes adicción a la tecnología? ¿No puedes vivir sin el móvil?