Es muy común pensar que la única salida profesional para un programador es la de desarrollar software al uso. Pero lo interesante es que, aunque el campo de la programación ya sea lo suficientemente grande, este se amplía aún más si vemos algunas de las salidas profesionales menos conocidas que giran alrededor de este ecosistema.
La variedad de lenguajes de programación que existen es muy grande y variopinta, y precisamente por esta cantidad de opciones, el espectro de oportunidades que se abre suele ser muy amplio. Generalmente se enfocan en las áreas científicas o tecnológicas. Sin embargo cada día es más común encontrar programadores en otras áreas de negocio, como la educación o la gestión de procesos de empresas con lenguajes de muy alto nivel.
Las 5 salidas profesionales más relevantes en el mundo de la programación
Como mencionamos, el abanico es grande, pero vamos a intentar centrarnos en aquellas salidas profesionales más relevantes y demandadas en la actualidad. De ese modo, los interesados en adentrarse en esta materia tendrán más claro a qué clase de trabajos pueden optar en el futuro siendo programadores.
1. Desarrollador web
Esta es sin duda, la salida profesional de la programación líder del momento. Como prácticamente todo está en la web, y los navegadores están tomando un predominio sobre los ordenadores, los programadores web son los más demandados en la industria en general.
Dentro del desarrollo web podríamos subdividirlos en dos principales categorías:
- Programador front-end: es el encargado de desarrollar la tecnología de cara al usuario, el aspecto visible con todos los elementos de interacción, como los botones, los formularios y son responsables que todo encaje conforme a la estética planificada.
- Programador back-end: el que lleva toda la lógica “trasera” de la web, es decir, el que se encarga de programar esa acción que ocurre, por ejemplo, cada vez que pulsamos en un botón y se ejecuta algo, como un pago con tarjeta de crédito por la pasarela.
2. Gestión de sistemas
Aquí ya nos vamos a un tipo de programación muy peculiar, dado que no se manifiesta como la programación “al uso”. Los programadores de sistemas necesitan diversificar su conocimiento, más que especializarse en un solo lenguaje y formato. Estos son los encargados de que los servidores, las bases de datos (y toda la infraestructura que está soportando generalmente una web) funcione las 24 horas del día sin interrupción y se ejecute de la manera más eficiente posible.
3. Programador de aplicaciones
Aunque esto suene un poco anticuado (especialmente desde el auge de la web), sigue estando vigente. Y ahora se ha revitalizado bastante, con el surgimiento de las tecnologías y aplicaciones móviles. Todo gira alrededor de una dinámica similar al desarrollo web, aunque esa subdivisión front/back-end ya no es tan común, dado que los programadores de aplicaciones suelen trabajar todos los aspectos de su programa.
4. Desarrollo de videojuegos
También podríamos encuadrar esto dentro de la programación de aplicaciones, pero tiene muchas particularidades que hacen que se diferencie bastante de una aplicación genérica. En primera instancia, los videojuegos se fundamentan en lo que se denomina “motor de desarrollo”, que es en esencia una especie de mesa de herramientas que facilita las interacciones más comunes que se suelen dar en todos los videojuegos conocidos.
Además, algunos incluso toman el control “gráfico” del videojuego, y no solo se encargan de la programación, sino también del diseño y funcionamiento de los modelos visuales.
5. Aseguramiento de la calidad y Testing
Esta es un profesión muy poco conocida por aquellos que se introducen al mundo de la programación, pero es también una de las más demandadas dada la escasez de profesionales disponibles en el mercado. Los Testers se encargan de elaborar todas las pruebas necesarias para garantizar que un programa haga lo que tiene que hacer con precisión.
Aunque parezca mentira, lo más común es que los programadores dejen muchos flecos sueltos, y en cierto modo, los profesionales del Testing se encargan de poner vallas al campo para que el resultado final sea excelente y esté conforme con lo que el cliente requiere.