Es muy común observar que la mayoría de los usuarios, cuando habla de la conexión que acaban de instalar en su casa, mencionan prioritariamente a la velocidad de bajada. Algunos menos, también conocen a la velocidad de subida, pero de soslayo, de una manera muy indirecta. Cuando hablamos de esos ya famosos “Megas simétricos”, se viene a decir que tanto la velocidad de subida como la de bajada es exactamente igual.
Pero hay pocos que hablan de un tercer parámetro que en, muchas aplicaciones, puede ser crítico para disfrutar de una buena experiencia online: la latencia. Es importante preguntarse qué es la latencia, dado que una diferencia importante en este apartado hará que todo vaya fluido y resulte de hecho, en una navegación general mucho más rápida que en un caso opuesto.
El avance de la tecnología nos permite tener cada vez una mejor conexión a Internet, pero esto no quita que algunas veces tengamos problemas con ella, es por ello que vamos a contarte la diferencia entre la latencia y el ping, dos conceptos muy importantes sobre todo si eres gamer.
¿Qué es la latencia?
Cuando se establece una conexión a cualquier medio de red, sea Internet u otro ordenador local, como un servidor en la oficina, existen varios elementos fundamentales para que dicha transmisión de datos se efectúe correctamente.
Se llama latencia al tiempo que transcurre desde que enviamos el primer dato y este es recibido en el ordenador destino. También se le conoce como “tiempo de respuesta”.
La latencia la conforman varios componentes:
- La calidad de la conexión a la red: dependiendo del medio con el que nos conectemos, la latencia será inferior o superior. El medio más rápido es la electricidad, por tanto los cables de cobre suelen ser los que mejor latencia ofrecen, seguidos de las conexiones de fibra óptica.
- La distancia de un punto a otro: cuanto más lejos esté el punto con el que queramos conectar más tardará la señal en llegar y por tanto más latencia. A esto podemos sumarle los saltos: cada vez que pase por nodo, habrá que sumarle la nueva latencia entre el nodo y el siguiente punto, y así hasta llegar al destino.
- El tamaño del paquete de datos a enviar: esto ocurre porque existe un límite de tamaño por paquete. En este punto influye bastante el “ancho de banda” de la línea. A mayor ancho de banda mayores paquetes podremos enviar. Y el ancho de banda es precisamente ese reclamo que nos venden las compañías de Internet: los “Megas de bajada”. Por tanto, si es cierto, que podremos tener mejor latencia con “más Megas”, pero no necesariamente siempre será así.
Cuando hablamos de latencia alta, nos referimos a solo unas décimas de segundo. Una décima de segundo es bastante tiempo en estos términos, y tener apenas tres décimas de segundo, supondría una verdadera deficiencia en la calidad de nuestra conexión.
Es importante tener una latencia baja para disfrutar de Internet. Hoy en día, con una conexión potente, es posible conectar a cualquier punto en España con una latencia inferior a 20 milisegundos, y a cualquier lugar de Europa con apenas 80 milisegundos, como datos de referencia para evaluar nuestra calidad de conexión. Ahora bien ¿cómo medimos esto?
¿Qué es el ping? Esta es la principal diferencia entre el lag y el ping
La diferencia entre lag y ping que debemos tener en cuenta, es que, aunque ambos conceptos están estrechamente relacionados, podríamos decir que uno es la herramienta de medir y el otro es la medida. En este caso, al preguntarnos qué es el ping, la respuesta más corta y sencilla sería: “la principal herramienta para medir la latencia”.
El ping es una señal que se envía de un equipo a otro dentro de una misma red (ya sea a nivel local o a nivel Internet) y que va transitando por todos los nodos intermedios hasta alcanzar el punto final y regresar. Se envía la señal ping que la recibe otro ordenador a la cual responde con una señal pong. En el momento que el ordenador origen recibe esta señal pong, se calcula el tiempo que ha tardado en producirse dicho camino de ida y vuelta para conocer la latencia.
El concepto de “ping-pong” no viene del tenis de mesa, sino del sonido que hacían los sonar de los submarinos cuando mandaban una señal y esta volvía para indicar la distancia a la que se podía encontrar un objeto en el entorno. En esencia es la misma metodología que motivó a crear esta herramienta hace más de dos décadas, no solo para calcular la latencia, sino para saber si el equipo con el que se iba a realizar algún tipo de transacción estaba operativo.