Los ordenadores de sobremesa, a diferencia de otro tipo de equipos informáticos como los portátiles, tienen la peculiaridad de disponer de mucho espacio vacío en el interior de la caja que los contiene. Esto suele dar lugar a una acumulación de suciedad, especialmente grandes bolas de polvo que se alojan en su interior y se aferran a todas las partes.
Por ello, una de las recomendaciones que suelen hacer todos los expertos en esta tecnología es realizar un mantenimiento y limpieza al equipo, al menos una vez al año, por varios motivos que comentaremos a continuación.
¿Por qué es importante mantener limpio el equipo y la placa madre?
Todo ordenador tiene la fuerte tendencia a acumular una gran cantidad de calor, algo que empeora con el tiempo, dado que los componentes se deterioran y tienden a consumir más para ofrecer menos, aumentando la media de su temperatura.
Generalmente, los equipos y las cajas que los contienen están diseñados de tal forma que el aire circula dentro de ellos de forma que no se quede estancado en ningún punto y no incremente la temperatura.
Pero como podemos sospechar, la suciedad que se acumula en la placa madre impide que el calor circule mejor, especialmente si los conductos se obstruyen; además, por la materia de la que está compuesta, tiende a calentarse más, haciendo que los componentes como la placa base, sobre la que se deposita el polvo, tiendan también a aumentar su temperatura.
En algunos casos es posible que, además, cierta suciedad genere óxido en algunas puntos sensibles, especialmente en regiones algo más húmedas de lo común.
En la placa base es donde se inserta el procesador y en este punto hay que poner especial cuidado, ya que es, sin lugar a dudas, el área principal de generación de calor dentro del equipo.
Elementos a tener en cuenta durante la limpieza de una placa madre
En líneas generales, la placa se puede limpiar con un paño seco en las zonas más accesibles. Para los recovecos más complicados de alcanzar se puede usar un bastoncillo para oídos, pero lo ideal sería contar con un compresor y una pistola de aire. Si no tenemos ya uno, y no queremos invertir en ello, existen botes de aire comprimido muy asequibles.
Simplemente hay que aplicar ese aire en las zonas donde un paño seco no llegue. Una vez limpia toda la superficie, podemos centrarnos en los componentes más importantes.
Mantenimiento del socket
El socket es el hueco donde se introduce el procesador. Para limpiarlo primero debemos extraer el procesador. No debemos aplicar ningún producto al socket, dado que podría estropearse irremediablemente. Existen algunos productos líquidos específicos para limpiar el procesador, especialmente destinados a retirar la pasta térmica anterior.
Nunca se deben tocar los contactos del procesador directamente, porque pueden doblarse. Una vez hayamos retirado los restos de pasta térmica, la herramienta más efectiva para limpiar el procesador y sus contactos es el aire comprimido.
Finalmente debemos aplicar nueva pasta térmica en el centro del procesador y extender un poco sin llegar a los bordes. Existen muchas opiniones sobre la cantidad ideal, pero, por lo general, con una cantidad del tamaño de la uña del dedo índice es suficiente.
Limpieza de todos los puertos
De manera similar al socket, para limpiar los puertos de las memorias y los puertos PCI, lo más correcto es usar aire comprimido. Generalmente, en caso de suciedad en su interior, lo que puede pasar es que no se haga correctamente un contacto y el ordenador no identifique la placa o tarjeta de memoria en cuestión.
Estos compartimentos no suelen ensuciarse demasiado, pero nunca está de más desmontar todo y hacer una pasada de limpieza en condiciones.