Que la batería se va degradando con el paso del tiempo es algo que todo el mundo conoce, y que no se puede evitar. Pero lo que sí se puede paliar es el desgaste excesivo, que es muy importante si se desea que esta dure más tiempo.
La batería es uno de los elementos del teléfono móvil que más sufre, y esto se debe a que, independientemente de lo que se haga o se deje de hacer con el teléfono, la batería siempre está en funcionamiento salvo las contadas ocasiones que decidimos apagar el teléfono por completo (considerando que la batería puede estar operando aun con la pantalla apagada). Por eso es de las cosas que antes comienza a fallar, y el motivo principal por el que los usuarios acuden a centros especializados, pues necesitan diagnosticar la salud de la batería del móvil.
No existen milagros que ayuden a aumentar la autonomía de un teléfono móvil por una cuestión meramente física, y conforme se realicen múltiples ciclos de carga, en función de la calidad de los componentes, la batería del smartphone se irá deteriorando poco a poco, hasta que comience a provocar fallos evidentes
Saber si la batería está rota no es complicado, pues existen una serie de indicadores que ayudan a que el usuario comience a sospechar que la batería de su smartphone está comenzando a fallar.
¿Cómo saber si la batería está rota?
Para saber el estado de salud de la batería del móvil se deben realizar una serie de pasos. No es necesario ser una persona versada en la materia, y el mismo el propietario del smartphone puede llevar a cabo estos procedimientos.
Entre los indicadores más comunes para diagnosticar la salud de la batería del móvil se pueden realizar las siguientes acciones:
Análisis visual para diagnosticar la batería del móvil
Este es el primer paso que se debe realizar. Aunque cada vez menos teléfonos permiten la apertura trasera de la batería, en la mayoría de los teléfonos históricamente se ha podido extraer la tapa facilitando así que el usuario pueda observar su estado físico. Hoy en día la extracción es posible, pero requiere de cierta maña y alguna herramienta como un destornillador de punta fina.
Hay que buscar posibles roturas, conectores oxidados, o manchas blanquecinas (posible sulfatación). Si la batería posee alguna de esta sintomatología significa que es hora de reemplazarla, dado que estos daños no tienen solución.
Si, por el contrario, el smartphone es de esos que no pueden ser abiertos y aún se encuentra en garantía, quizá sea más conveniente acudir al servicio técnico especializado en la marca del teléfono, para que sean ellos quienes realicen la apertura para solventar el daño.
Cuando la batería se descarga por variaciones abruptas
El indicativo más común es cuando la batería comienza a padecer saltos de carga. Esto es fácil de observar, dado que se aprecia que llegados a cierto punto la batería ya no carga de la misma manera y se descarga muy rápido y sin apenas haberle dado uso.
Una de las formas de apreciarlo es observar si la batería se descarga rápidamente, es decir pasando del 30% de carga al 10% repentinamente, o a la inversa; es decir, cuando el cargador parece que llega a carga máxima antes de lo previsto.
Si los saltos de batería son de más de dos puntos visuales en pantalla, eso quiere decir que está comenzando a fallar y ya no es capaz de almacenar la energía mínima que necesita el teléfono para funcionar, por ello la única solución es reemplazarla a la mayor brevedad posible.
La dilatación puede minar la salud de la batería del móvil
Cuando el teléfono es expuesto a cambios bruscos de temperatura, es decir se queda horas al sol, o está a la intemperie los días fríos, suele ocurrir un proceso que se llama dilatación o contracción. Si esto ocurre, la batería acaba deformándose, impidiendo que conecte de manera adecuada. Para averiguar si esto ha ocurrido solo será necesario girar el teléfono con la tapa quitada, para ver si la batería cae, o si por el contrario al intentar extraerla no se puede, quiere decir que se ha producido uno de estos procesos.