En la actualidad, las aplicaciones para smartphone han llenado la vida de las personas, pues se recurre a ellas por infinidad de motivos: ocio, comunicación, trabajo, apuestas, etc. El problema viene cuando no todas estas apps tienen buenas intenciones y lo que pretenden es engañar o estafar a aquellos que las usan.
Todo el mundo usa aplicaciones de manera diaria, dado que facilitan mucho la vida y ayudan a gestionar determinados problemas. Sin embargo, hay que tener cuidado a la hora de descargarlas o usarlas, ya que no todas cumplen con las reglas. En los tiempos que corren, es muy sencillo descargarse por equivocación o por una imitación una app que no es la que se desea, lo cual puede ocasionar serios problemas de seguridad del sistema.
Las aplicaciones fraudulentas utilizan infinidad de trucos para engañar al usuario, desde logos o nombres idénticos a las de otras marcas, hasta simbología llamativa o información errónea. Con ellas, los responsables de estas apps pretenden hacerse con datos e información sobre lo que el usuario posee en su teléfono, para luego venderlos de manera ilegal.
Esta problemática por desgracia es cada vez más común debido a que los smartphones se han convertido en un elemento clave en la vida diaria y en ellos se deposita mucha información personal y datos privados que deben ser protegidos para que no se puedan asaltar entidades e información.
4 consejos para saber si es una app falsa
A continuación, realizaremos un análisis con los mejores consejos para que cualquier usuario pueda detectar si la app que desea instalar en un smartphone es fraudulenta o apta para el uso. No es complejo hacerse consciente de esto, pero si es necesario prestar atención y hacer un pequeño análisis para no caer en un error que puede llegar a ser peligroso.
1. Cuidado con las versiones de pago
Hay muchas app que tienen una versión gratis y otra Premium, pero siempre especifican muy bien dónde empieza una opción y dónde termina la otra. Por ello, si una app se ofrece como gratuita pero de repente quiere comenzar a cobrar al usuario por el mero hecho de usarla, instándole a introducir datos bancarios de manera abusiva, es mejor optar por desecharla.
2. Estudiar la imagen de la app
Existen varios indicadores estéticos de que la app es falsa o que tiene malas intenciones. Si las imágenes no son de buena calidad o parecen copiadas de otros sitios, si tiene faltas de ortografía o de expresión, si la atención al cliente es sospechosa o inexistente, debe saltar la “voz de alarma” y se debe augurar que no va a cumplir las expectativas que se tienen de ella.
3. Estudiar las opiniones de los demás usuarios
Los comentarios de los demás usuarios pueden dar una pista sobre cómo es la app, pues a veces advierten si hay demasiada publicidad, si solicitan muchos permisos o información, o si se les han instalado virus al descargarla.
Un solo comentario negativo o que advierte de algo es un caso aislado, pero si estos se repiten de manera reiterada y podemos ver una gran cantidad de votos negativos con independencia de los positivos, será mejor no instalarla en el teléfono para evitar posibles disgustos. No hay que olvidar que los votos positivos se pueden comprar, por eso, son los votos negativos muchas veces el único indicador de fiabilidad antes de dar el paso a la instalación.
4. Buscar referencias en la red
Es aconsejable realizar una búsqueda en Google para obtener respuestas sobre la app que se desea instalar. Si se busca el nombre de la app se podrá obtener información, sobre todo en foros especializados en temas tecnológicos.
Al igual que ocurre en el punto anterior, una referencia negativa es insignificante, el dilema nace cuando existen infinidad de hilos hablando de las carencias o taras que tiene o, por el contrario, que no se encuentra en Internet ningún tipo de información relacionada con esa aplicación. Esto último vendría a decir que nadie o casi nadie la ha usado o se ha tomado la molestia de nombrarla.