En la actualidad los amantes del cine y las series buscan elementos que completen su televisor. Y es que el auge de los televisores de pantalla plana o el de los proyectores han supuesto una mejora abismal en lo que a calidad de imagen se refiere. Por el contrario, la calidad en lo referente al sonido ha disminuido debido al tamaño que tienen hoy en día estos dispositivos.
Los televisores del pasado poseían un espacio enorme donde se colocaban los altavoces, por lo que la calidad era mejor debido al tamaño. Sin embargo, al ser televisores planos en la actualidad es imposible colocar una caja de sonido adecuada con la que se pueda obtener un sonido de calidad que vaya en sintonía con la imagen.
La alternativa para poder mejorar esta circunstancia es elegir entre un sistema de Home Cinema o una barra de sonido. Es aquí cuando los usuarios comienzan a plantearse cuál sería mejor, qué diferencia a una de la otra y cuál se adaptará mejor a las circunstancias de cada uno.
Barra de sonido vs Home Cinema
El funcionamiento de una barra de sonido es bastante sencillo, dado que consta de una simple barra (como su propio nombre indica) que, en función del producto, puede ir sola o acompañada de un subwoofer o un optimizador. Además, al ser de tamaño compacto y generalmente único es idóneo para espacios reducidos.
Los Home Cinemas son la otra alternativa, aunque su instalación es más compleja y completa dado que cuentan con un subwoofer principal y varios altavoces que van desde 2 hasta 7 en función de la tecnología que ofrezcan y del tamaño que se desee adquirir para la estancia. Estos altavoces van conectados a una red central y son distribuidos por la habitación para crear un sonido más real.
Las cuestiones claves y las características más importantes de cada uno son analizadas a continuación:
¿Qué calidad tiene el sonido?
Si se compara la calidad que ofrece una barra de sonido con la de un Home Cinema seguramente el de la primera sea inferior. Esto se debe a que la barra posee un sistema de hasta cinco altavoces, pero crea la sensación envolvente desde un mismo punto, lo que no produce el mismo efecto que los Home Cinema dado que estos lo hacen desde diferentes puntos de la sala al mismo tiempo. Aunque ambas opciones puedan ser buenas y elegir un modelo u otro dependerá de la calidad que se desee y del espacio que se tenga.
¿Cómo es la instalación?
Al contrario que en el apartado anterior, la instalación de la barra de sonido es superior, dado que es más sencilla y rápida. Solo es necesario conectar el equipo a la salida de audio del televisor, del reproductor o de aquel aparato que vaya a reproducir el formato de video, colocar y enchufar.
La instalación del Home Cinema es bastante más compleja, ya que cada altavoz debe colocarse de manera adecuada para que todo el conjunto funcione. Además, se tienen que distribuir correctamente y ver cómo se ocultan todos los cables si existe cierta prioridad por la estética.
Versatilidad y valor de ambas opciones
Una de las principales ventajas, si lo que se desea es adquirir una barra de sonido, es que sirven para todo: desde el televisor, la videoconsola y el Smartphone hasta la Tablet o el portátil. Son fáciles de mover y poseen una conectividad muy versátil, ya sea por puerto USB, HDMI o Bluetooth.
Todo lo contrario que el Home Cinema, que aunque sí puede poseer una buena conectividad, este debe quedar permanente fijado al punto de instalación dificultando su futuro desplazamiento de la sala en la que haya sido instalado.
La tecnología ha ido equiparando ambos precios, aunque el Home Cinema sigue siendo un poco más costoso que las barras de sonido ya existen Home Cinemas asequibles, incluso a un precio inferior que muchas barras de sonido. Por lo tanto, la decisión final debe plantearse tras valorarse los puntos anteriormente analizados.